Términos y palabras que necesitas saber para crear una página web

Conceptos básicos y palabras web que necesitas saber y entender si vas a crear una página web.

¿Estás dándole vueltas a lo de hacer una web, pero te asusta la cantidad de elementos que tener en cuenta? ¿Qué será lo mejor para captar clientes? ¿Cómo quiero vender mi producto o servicio? ¿Quién soy y a qué he venido a este mundo? 
 
Puede que todas estas preguntas te estén rondando por la cabeza, pero vengo a contarte los entresijos y claves de una web para que al final de este post lo tengas todo mucho más claro.
 

Lo más importante para hacer una web

Hace un tiempo compartí una publicación de 7+1 verdades, que venían a contar lo importante que es conocer a tu mercado, aprender de la competencia (mis enemigos son mis amigos), el frescor de tu contenido, la facilidad de uso… y sobre todo la presencia de un profesional para guiarte en el camino de la verdad. Ya has decidido que quieres una web, así que vamos a hacerlo bien, ¿o qué?
 
Ya, Fruco, ¿pero cuánto me costaría eso? Según las plataformas y las funcionalidades que queramos añadir, el precio rondaría entre los 1000 € y los 5000 €. En todo ese espectro hay muuuchas posibilidades ?? ¿Y cuáles son esas? 
 

Gloario y conceptos básicos claves para crear una web

1. El dominio: cuenta con dos partes:

  • el nombre de dominio. En mi caso, frucomedia.
  • y la extensión, que es la referencia geográfica (es. o fr.); el tipo de web (org. o net.); o .com viene de comercial. Esta última es la más popular, porque la asociamos a algo neutro y más profesional.
Es conveniente citaros aquí el tema de los registros DNS o sistema de nombres de dominio: para que el usuario pueda llegar a nuestra web, tiene que existir ese puente entre él y el ordenador, un poco como la dirección, matrícula, o las páginas amarillas de toda la vida. El DNS se encarga de traducir el nombre de tu web en un número de IP específico (ejemplo: la IP 212.230.135.2 - matrícula - apuntaría a www.frucomedia.com - dominio -).
 
2. Alojamiento, conocido también por su nombre en inglés, hosting (que no ghosting, ¿eh? Cuidadito):
Básicamente es el espacio que le alquilas a alguien en su servidor. Es como el local de un edificio. Entre los tipos de alojamiento web tenemos:
  • el Servidor Dedicado, todo para nosotros, uso exclusivo para tu página o aplicación web;
  • el VPS, con el que tendríamos una parte virtual de un solo servidor físico;
  • el alojamiento compartido, en el que compartimos máquina con otros cliente/páginas. 
En este punto podemos hablar también del CDN, muy aconsejable para mejorar la velocidad y rendimiento de una web, ya con él contaremos con “copias” de nuestra página en muchos servidores a lo ancho y largo del mundo. Así el usuario recibe la misma información, pero más rápido, pues estará llegando del servidor más cercano.
 
Alojamiento Web - Hosting en Zaragoza
3. Plataforma o backend: hay diferentes tipos según tus necesidades como empresa. Entre otros os hablaré de:
  • Prestashop: plataforma muy orientada al ecommerce (venta de productos/servicios) de código libre (gratuita). La inversión llega según queramos personalizar y añadir extensiones o módulos. Se puede customizar de mil maneras, no hay límite de pedidos ni de usuarios, permite una gran variedad de métodos de pago… La recomiendo cuando estás empezando el negocio, pues puedes elegir cuánto invertir en ella para que funcione. Eso sí, hay que currarse más el desarrollo.

  • WordPress: Es el gestor de contenido más utilizado en el mundo. Gana en versatilidad y sencillez. En este post ya explicamos todas sus ventajas ??. Gracias al plugin Woocommerce, también se puede convertir en una tienda online de forma sencilla. 

  • Shopify: Es parecido a Prestashop pero en la “nube” (es decir, tú no eres propietario del código). Y es que, aunque es menos personalizable y cobran una pequeña comisión por cada venta, en este caso la plataforma está ya configurada. Con menos personalizable me refiero a que tiene 70 modelos entre los que elegir, según el plan que contrates. Nada mal, ¿eh? Esto supone un gasto mayor al inicio, pero permite tener un control monetario de inversión claro; así uno no se va rayando con inversiones posteriores. Para customizaciones a medida, eso sí, es necesario saber algo de programación. 

  • Joomla: es de los que más conocimiento requiere usarlo. Vamos, un programa para programadores. Sin embargo, es muy versátil y nos da un montón de opciones para trabajar fácilmente con redes sociales. Este también es un software gratuito.

Aunque en Frucomedia la que más utilizamos es WordPress, hemos trabajado/trabajamos con todas las anteriores, así que según las necesidades del proyecto, podemos elegir una u otra sin problema.

4. Plugin y módulos: parecidos, pero no lo mismo. Como Jesús Calleja y Owen Wilson.

  • plugin: es una función que añadimos para extender las funcionalidades de una aplicación web existente. Podemos instalar varios a la vez
  • módulo: es un conjunto de estructuras de datos y de subprogramas, gracias a los cuales, podemos dividir el código en partes más pequeñas y manejables, lo que facilita su mantenimiento y mejora la escalabilidad 

En cualquier caso, ambos sirven para que los usuarios interactúen más con la web extendiendo las funcionalidades de la misma.

5. Mapa del sitio: crucial, sobretodo para crear la jerarquía de la web y estructurar el contenido de forma óptima y “user friendly”. Si no, navegar por las webs sería como jugar a la caza del tesoro, y no queremos hacernos los difíciles con el cliente, ¿verdad? Nos muestra la estructura de las partes y su interconexión para que podamos navegar por la página con facilidad.

6. SEO y SEM: Hermanos, pero no gemelos. Ambas estrategias sirven para aumentar el tráfico web gracias a la visibilidad que aportan a tu web. El primero no tiene costes más allá de la mano de obra para el trabajo orgánico. El segundo sí, pero hila más fino para llegar a los clientes más potenciales, aunque barato no es. No está de más darles un repasito leyendo este y este post.

7. Backup: lo que viene a ser la copia de seguridad. Si algo fallase, tendríamos guardado todo el material y nos ahorraríamos repetir todo el trabajazo de poner la web en pie de nuevo.

8. Diseño responsive: es una filosofía de diseño y desarrollo cuyo objetivo es adaptar la apariencia de las páginas web al dispositivo que se esté utilizando para visualizarlas. O sea, que tu página funcione igual de bien en un ordenador, una tableta, un móvil o el aspirador. Si quieres saber más, en el post, ¿qué es el diseño responsive? lo cuento bien clarito.

9. El contenido: todo cuenta. De poco sirve una web superchula y atractiva visualmente si el texto no nos aporta nada o está redactado de manera pobre e incomprensible. Un buen contenido llevará a la acción a nuestro usuario: a que compre un producto, a que contrate un servicio o a que se suscriba a nuestro boletín. Aquí te cuento más sobre la importancia del texto en tu web.

10. Los testimonios o reseñas: el boca a boca de internet. Si dedicas un espacio a las valoraciones sobre tu trabajo, los usuarios se llevarán una impresión más humana de tu producto y tus servicios. Como ya hemos comentado en alguna ocasión, lo más importante… que sean concretos y reales.

Reseñas en diseño de páginas web

11. Landing pages o páginas de aterrizaje: el helipuerto para que los usuarios de la web aterricen en territorio de cliente mientras sobrevuelan por la red. Con esta metáfora tan voladora, a lo que me refiero es que es muy importante tener un espacio en nuestra web para que lleguen directamente a la información que están buscando y al contenido que les interesa y así captarlos con más facilidad.

12. Cookies: las famosas galletitas que llenan internet. ¿Pero qué son exactamente? Vienen a ser un fichero con datos que la página web manda a tu dispositivo cuando la visitas. Según las leyes de protección de datos, es obligatorio avisar y consultar cuáles quieres al acceder. No solo sirven para recordar datos de acceso, sino también para memorizar hábitos de navegación. Por ejemplo, esto significa que si tú dejas el carrito de la compra lleno en una web y te vas, cuando vuelvas seguirá lleno. También que los anuncios que haya en la web atinarán más con el usuario (SEM), lo cual no está de más.

13. Usabilidad: la facilidad de uso que tiene nuestra web para el usuario. Cuanto más cómoda de navegar, más posibilidades de que nuestro comprador invierta tiempo y dinero en ella. ¿O acaso no te estresas comprando en línea billetes de Renfe? Debe ser eficiente, eficaz y satisfactoria de usar. Si el cliente tiene que tirarse ocho años para realizar una compra y luego no encuentra cómo pagar, muy probablemente pase del tema y no vuelva a nuestra web.

14. Caché: se parece a las cookies, pero no son lo mismo. Es cierta información que recuerda la web para que la próxima vez que entres tarde menos en cargar. Por ejemplo, Instagram nos guardará las historias más recientes para que al abrir la aplicación, ¡plup!, ahí estén ya. Esta disminución del tiempo de carga está relacionada con la usabilidad y el rendimiento. Leí un día a un gurú de posicionamiento que en una web, el contenido es el Rey, pero la velocidad es DIOS… 

15. Call-to-action, CTA o llamada a la acción: aunque podría ser el título de una película sobre carreras de coches, es un recurso vital en marketing. Son esos botones, hiperenlaces o frases, por ejemplo, que te incitan a dar pasos. Puede ser un «¡Llama y pregunta!» o un «Consigue un presupuesto rápido». Si queréis entenderlo mejor, os lo explico con más calma aquí

¿Qué es un Call to Action (CTA) en diseño web?

16. Certificado SSL: ese candadito que está cerrado justo a la izquierda de la URL es mucho más importante de lo que parece. Muestra que cuenta con un protocolo de seguridad que hace que los datos introducidos en una página web por un usuario viajen al servidor de manera íntegra y segura, o sea, cifrados o encriptados. Esto aporta seguridad al usuario y puntos para el posicionamiento (SEO). Como explico en este post, no es obligatorio, pero sí muy recomendado. ¿Quién no quiere viajar seguro?

17. Mantenimiento web: al igual que no dejas tu coche sin llevar al taller durante años, hay que ir dándole una puesta a punto a nuestra web. No solo para evitar que se te salga una rueda, sino para que sea funcional y la inversión que hicimos en su momento siga mereciendo la pena. Esto es algo que nos puede venir muy bien, así que os doy los puntos clave para tener la web siempre hecha un pincel.

 


 

Madre mía… ¡Menudo repasito! Si has llegado hasta aquí, es que te interesa el tema. Y es que cuanto más entiendas, mejor decidirás sobre qué necesita tu negocio. No hay nada mejor que un cliente informado, je, je. 

Para todo lo demás, masterc…  Frucomedia. O sea, que no hay que agobiarse: para eso estamos, para que todo quede niquelao. Lo único que así tendrás en mente lo que quieres y podremos ponernos a trabajar a saco con un proyecto bien pensado y claro. Así que, ya sabes, si te interesa hacerte la web con nosotros, estamos a un enlace de distancia. Llámame, yo lo pillo =)
 

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